NetOne nació el 2 de junio de 2000. Su historia se entrelaza con la de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares y de muchas otras iniciativas orientadas a la fraternidad universal. Como en todas las historias, hay un antes y un después.
Nuestra historia
La fecha de nacimiento de NetOne puede situarse en los inicios de junio de 2000, cuando ochocientos comunicadores se reunieron en Castelgandolfo (Roma, Italia) por iniciativa del Movimiento de los Focolares.
La aceleración de los acontecimientos había comenzado en marzo de 1995, cuando la Uelci (Unión de Editores y Libreros Católicos Italianos) concedió a Chiara Lubich el premio «Autor del Año» por su trabajo como escritora, y en enero de 1997, cuando Chiara Lubich recibió un doctorado honoris causa en Comunicaciones Sociales en la Universidad St. St. John’s University de Bangkok por sus méritos «en el uso de las nuevas telecomunicaciones y tecnologías de los medios de comunicación».
Este fue probablemente uno de los principales elementos que empujaron a Chiara a acelerar el nacimiento de NetOne, que en el congreso de junio de 2000 aún no tenía nombre. Chiara Lubich pronunció un discurso que quedará como «discurso fundacional», porque trazó las líneas maestras, con segura inspiración poética, de lo que sería NetOne a lo largo de los años.
Al concluir este congreso, declaró que la asociación de comunicadores estaba «fundada». Nombró a Nedo Pozzi como coordinador de la «nueva realidad» y con él, en la comisión internacional fueron nominados: Michele Zanzucchi, periodista y escritor, Paolo Crepaz, periodista deportivo, Carla Cotignoli, periodista de Radio Vaticano, Lella Siniscalco, directora de tlevisión en la RAI durante muchos años, y Maria Rosa Logozzo, especialista en informática. Ya en la composición, esta comisión reveló lo que serían los proyectos futuros de la red NetOne.
El nombre «NetOne» surgió al final de una larga sesión de brainstorming que fue también una profunda reflexión sobre la visión y la misión de la naciente agrupación de comunicadores.
Ciertamente, «NetOne» resultó ser un nombre fuerte, que indicaba el objetivo final del grupo (la unidad, uno) y al mismo tiempo su forma asociativa (la red, net). NetOne: la cohabitación bajo un mismo techo de todas las categorías profesionales y teóricas que trabajan en el ámbito de la comunicación.
Poco después de la clausura del congreso, en junio de 2000, se puso en marcha una serie de «reuniones de formación» para los que quisieran unirse.
Este tipo de reuniones también se celebran ahora periódicamente por Internet en diversas partes del mundo, lo que permite llegar a los grupos NetOne incluso en lugares de difícil acceso en los cinco continentes. En algunos países, las reuniones han comenzado donde NetOne ya había empezado «naturalmente». De España, a Eslovenia, a Milán, a Bolonia, a Filipinas. Pero también en Estados Unidos, más concretamente en Hollywood, y en América Latina.
En 2003, se propuso un Simposio Internacional de NetOne en Castel Gandolfo del 6 al 8 de junio. Chiara Lubich presentó la figura de la Madre de Cristo, «transparencia de Dios» sobre todo en su desolación, como modelo también para todos los que trabajan en el ámbito de los medios de comunicación: «… Su figura de madre que tiene a Dios muerto en sus brazos y sigue creyendo, y esperando y amando, puede ser el modelo y el sostén de los comunicadores que a menudo tienen que ser testigos -y luego transmitir la noticia- de acontecimientos que recuerdan de diferentes maneras el abandono del Hijo de Dios en la cruz…».
En noviembre de 2004, se realizó el congreso «El silencio y la palabra. La luz». Fue un gran éxito, con la participación de unos mil trabajadores de la comunicación que se dividieron en cuatro talleres: periodismo, ciencias de la comunicación y edición, cine y televisión, informática y comunicación empresarial. Una conferencia para poner en red las ideas, los proyectos, las percepciones culturales y las experiencias vitales de miles de comunicadores que trabajan o estudian en el ámbito de los medios de comunicación en todo el mundo, con la perspectiva de construir un mundo unido.
En 2006 se puso en marcha la iniciativa: «Intermediando», un taller de comunicación para jóvenes profesionales o estudiantes de Ciencias de la Comunicación. Fue un intento para ofrecer las categorías propuestas por NetOne paraenriquecer el trabajo de muchos jóvenes comunicadores. Intermediando ofreció un curso de «profundización creativa» por campos de interés (información, cine y TV, TIC y literatura) pero con apertura a lo inter y intradisciplinar.
El año 2008 fue importante por la consolidación de la red de NetOne en América Latina, con cuatro congresos (Brasil, Argentina, Colombia y Chile). La comunicación latinoamericana, incluida la académica, aportó a la red un increíble potencial creativo y social.
Desde 2015, se concretaron conferencias y talleres en Benín, Burkina Faso (con participantes de Senegal y Mali), Burundi, Costa de Marfil, Kenia (con participantes de Tanzania). En la República Democrática. del Congo, participaron profesionales de los medios de comunicación y teóricos de la comunicación de los distintos países de África.
En 2016, nació el proyecto: “Por un periodismo dialógico”, con el foco puesto en los conflictos en curso, donde se requiere un encuentro entre los actores sociales en conflicto. Se aborda el tema de las migraciones forzadas por el hambre y la guerra, especialmente desde los países africanos y Oriente Medio hacia Europa. Frente a este fenómeno, que tiene enormes implicancias geopolíticas, económicas y antropológicas, NetOne se propone contar la historia del fenómeno migratorio a partir de las experiencias de quienes abandonan su patria para huir de la guerra, tratando de reconstruir los hechos y reuniendo los datos para descubrir y ofrecer la información con la mayor objetividad posible.
En 2019, NetOne fue uno de los organizadores del Foro titulado «Humanidad 4.0 – Hacia las comunidades del futuro» fue celebrado en Trento, durante el cual el consultor de la ONU para el mundo digital, el profesor Fadi Chehadé, lanzó la idea de empezar a trabajar en la definición de los límites éticos compartidos por los ingenieros para permitir un desarrollo más justo de las nuevas tecnologías. Tras esta reunión, nacieron muchas iniciativas para avanzar en el campo de la comunicación digital.
Otra característica de los últimos años es la colaboración en varios proyectos de comunicación académica con el Instituto Universitario Sophia, con sede en Loppiano.
